Gerardo Zavarce

Curator

Heterotopias

Heterotopias, exposición de Diego Vivas (Mérida, Venezuela, 1982) está conformada por un conjunto de doce pinturas de mediano formato que exploran la relación entre la ciudad, la arquitectura y la memoria visual. El artista utiliza formas derivadas de la interpretación del paisaje urbano, sus dinámicas y estructuras arquitectónicas, bajo esta perspectiva Vivas implementa capas de significados visuales que otorga densidad sensible a cada una de las proposiciones, generando sutiles zonas de disonancia que invitan al espectador a reflexionar sobre la experiencia de habitar la ciudad desde el arte y específicamente desde las posibilidades que brinda una nueva mirada articulada desde las exploraciones de la abstracción.

Una de las características que podemos señalar de esta exposición es la habilidad de Vivas para establecer diálogos significativos con otros artistas. En este sentido, sus obras se presentan como una interlocución explícita hacia referentes claros del arte: Alejandro Otero, Carlos Cruz-Diez, Frank Stella, Gerhard Richter, Jesús Soto, Peter Halley, Piet Mondrian, entre otros. De esta manera se constituye como un ejercicio de autoreflexión, donde la propia práctica artística recurre a sus reservas de inspiración para imaginar, crear e implementar nuevas posibilidades.

En la obra de Vivas, la referencia explícita a otros artistas se traduce en una exploración crítica y creativa de algunas de las ideas y conceptos que estos artistas han desarrollado a lo largo de su carrera. Así, la obra de Vivas se presenta como una estrategia para interpretar nuestras modernidades sensibles y sobre la manera en que estas pueden influir en la creación artística actual. La creación como una forma de diálogo con la tradición es uno de los rasgos presentes dentro del conjunto.

Por ejemplo, la pieza Inducción Cromática Borrada (2023) hace referencia a la obra de Carlos Cruz-Diez: Cilindros de inducción cromática por cambio de frecuencia: silos de molinos dominicanos (1994-2003). En esta obra, Vivas toma como eje de reflexión al borramiento de la obra original de Carlos Cruz-Diez, emplazada en los márgenes del Río Ozama en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, luego que los silos que le daban soporte a la policromía, fueron privatizado y la obra borrada por sus nuevos propietarios.

Las doce obras que componen Heterotopías se presentan como una propuesta que invita al espectador a reflexionar sobre la relación contingente entre la ciudad, la arquitectura, la memoria visual. Entonces, la habilidad de Vivas para establecer diálogos significativos con otros artistas, con sus obras y transformar estas referencias en una nueva estrategia sensible es una de las características más sobresalientes de su trabajo en general y de esta exposición en particular.

Modernidades inacabadas: heterotopías

Heterotopías de Diego Vivas se presenta como una propuesta que busca reflexionar sobre la relación entre la ciudad, la arquitectura y la memoria visual en un contexto que podemos interpretar como: modernidad(es) inacabada(s). En este sentido, el trabajo de Vivas se enmarca dentro del contexto de esperanzas desencantadas, una vía para retomar utopías sensibles, desde lo formal, pero también desde su dimensiones agónicas y contingentes, allí sus rasgos críticos. Se trata de modernidades diferidas, en construcción, donde las promesas pretéritas, las que se desvanecieron en una suerte de pausa, de vacío o de ruina, son transformadas en nuevas formas de deseo, posibilidad y alternativa creativa.

Entonces, como ya hemos señalado, la obra de Vivas busca explorar esta relación compleja entre la ciudad, la arquitectura y la memoria visual en un contexto en el que la modernidad parece haber fracasado en su promesa de progreso y bienestar para todos. En este sentido, su trabajo se presenta como una reflexión crítica sobre la manera en que la arquitectura y la ciudad fueron concebidas y sobre las consecuencias de esta concepción proyectada en la actualidad.

Así, la noción de modernidad inacabada esgrimida por Diego Vivas es una de las claves para interpretar sus proposiciones. En esta exposición, el artista se plantea la pregunta de si la modernidad es realmente un hproyecto terminado, o si, por el contrario, es un proyecto que sigue su curso, ahora transformado, un proyecto que todavía no ha llegado a su fin, pero que debemos interpretar como un proyecto transformado, alterado, un proyecto otro, otras modernidades, ahora en plural y diversas. En este sentido, su obra busca explorar las consecuencias de estas modernidades inacabadas en la vida cotidiana de la ciudad y en la memoria visual de sus habitantes, abriendo paso a la concepción de nuevas utopías, basadas ahora en la diversidad, en la yuxtaposición, en la contaminación, en la convergencia y en la exploración lúdica.

Entonces, bajo este contexto de modernidades inacabadas, lo contingente y su fuerza movilizadora para construir alternativas disímiles se erigen como nuevos horizontes. Brindan nociones y posibilidades para nuevas esperanzas individuales y colectivas, representan una reflexión sobre la manera en que las prácticas artísticas juegan un nuevo rol en la vida cotidiana de la ciudad y de sus ciudadanos. ¿Acaso nuestras crisis democráticas no nos obligan a reflexionar sobre estas nuevas estrategias y posibilidades desde la disonancia, desde el desequilibrio, desde las posibilidades de lo heterotópico?

Podemos considerar que este trabajo se presenta como una exploración crítica sobre las modernidades y nuestros contextos: modernidades diferidas que apuntan a la diversidad de procesos y formas de construir alternativas para nuestras sociedades desde el presente, desde las crisis que nos alberga y habitamos; modernidades diferidas donde: las alteridades, las confluencias de espacio y tiempo, así como el ejercicio crítico de la autorreflexión, se convierten en elementos catalizadores de otras realidades.

Así, en la obra de Diego Vivas el ejercicio reflexivo propiciado desde la imagen pictórica se centra en generar un espacio sensible para lo inesperado, para lo diferente, para el juego, para el descentramiento, para lo dialógico, para lo sensorial, para las variaciones, para lo disímil, para lo atemporal, para lo disonante, cada una de estas estrategias promovidas como heterotopías de nuestras realidades y contextos que reclaman ser alterados y transformados para consolidar nuevas alternativas para lo humano, para los cuerpos, las casas y las ciudades que habita desde la intemperie de nuestros tiempos. Allí el valor de este ejercicio de experimentación con las formas y sus significados.